La eficacia de las políticas fiscales de estabilización activas depende, entre otros elementos, de que las medidas sean implementadas oportunamente y en la dosis correcta. El fracaso en observar dichos requerimientos puede resultar, y de hecho resulta, en un agravamiento de las fluctuaciones cíclicas en el nivel de Ingreso. Esta dificultad ha llevado a sugerir que los estabilizadores automáticos presentan una serie de ventajas sobre las medidas decrecionales, ya que contrarrestan las oscilaciones en el momento preciso y sin necesidad de medidas legislativas especiales que demoren su funcionamiento.