En julio de 1986, los presidentes de Argentina y Brasil decidieron iniciar un proceso de integración económica, al que le luego se incorporaría Uruguay, con el objetivo de "recorrer una trayectoria con una de crecimiento y modernización que les permita superarlos obstáculos de hoy, y enfrentar los desafíos del siglo XXI.
En el presente trabajo, y a pesar que la literatura sobre el comercio internacional sugiere distintas formas en el grado y profundización de la integración, se trata de analizar las asimetrías de los dos principales países involucrados, ya que la experiencia europeas demuestra que si las medidas no son tomadas simultáneamente y en una misma dirección difícilmente se alcancen resultados satisfactorios.