En esta ponencia nos proponemos desarrollar algunos aspectos referidos a cómo en la justicia penal juvenil se aborda la categoría de responsabilización cuando se trata de intervenciones con adolescentes en tránsito por este fuero.
En esta oportunidad, la mirada se focaliza en personas menores de 18 años cuya responsabilidad en los hechos que se le imputan no ha sido probada y, sin embargo, cumplen medidas consideradas excepcionales, de restricción de libertad ambulatoria. En este contexto, las autoridades judiciales y administrativas les imponen el desarrollo de un proceso de responsabilización individual el en cual se incluye el mandato relativo a que deben comenzar a elaborar un “proyecto de vida” mientras cumplen esta medida.
Un proceso en el que se conjuga el castigo y la restricción de la libertad como la respuesta estatal deseable para estos adolescentes, intervenciones que se organizan priorizando la responsabilidad individual, que comportan dispositivos de supervisión individualizada, organizados bajo el propósito de promover el desarrollo de intervenciones en clave socioeducativa. Estas intervenciones priorizan y se orientan a producir un cambio de sus conductas, desplazando las responsabilidades colectivas que los sitúan en contextos signados por la desigualdad estructural que, en este discurso, se incorporan como parte del paisaje.