A principio de la década de 1820, Buenos Aires se destacaba de otras ciudades por poseer una por una escena musical consolidada. El auge de la lírica italiana y del Teatro Coliseo Provisional hicieron posible la representación de hasta cuarenta óperas por año (Guillamon, 2017). Este proceso de consolidación de gusto y afición por la ópera buffa en Buenos Aires nos invita a indagar sobre los espacios musicales, las prácticas, la circulación de saberes y representaciones culturales en el Buenos Aires de principios de siglo XIX. Pero dada la composición de los elencos y las compañías líricas, también nos permite indagar en torno a las mujeres cantantes italianas arribadas a Buenos Aires. De forma más general, nos invita a pensar cómo visibilizar, primero, y luego analizar, las trayectorias de mujeres ligadas al arte en las primeras décadas del siglo XIX.46 En esta ponencia tomaremos como casos de análisis las trayectorias de Angela Tanni, cabeza de compañía y representante de su familia, y Julieta Anselmi, también cantante y madre de Julieta, a quien también representaba en la actividad lírica.