Entre los últimos niveles de la Formación Los Espejos y la base pelítica de la Formación Talascasto, afloran rocas sedimentarias bioturbadas con un sobresaliente color morado. Están constituidas por unos doce metros de fangolitas y lutitas que en la base muestran una mineralización fosfato-ferruginosa y una fauna diversa que incluye braquiópodos y restos fragmentarios de corales coloniales. Estas características indican secuencias condensadas con baja a nula tasa de sedimentación y un límite de secuencia estratigráfico ya señalado por otros autores. La fauna indica una edad Silúrico Tardío a Devónico Temprano. La depositación de estos niveles morados y su fauna característica está limitada por abruptos cambios de facies y representa un evento de escaso desarrollo regional. Este intervalo reconocido sólo en las localidades del cerro del Fuerte y el cerro La Chilca, correspondería a facies marginales someras y restringidas, relacionadas con una etapa regresiva y la posterior fase de inundación del cortejo transgresivo. Además de la presencia de una fauna muy diversa de braquiópodos resalta la abundancia de corales tabulados de la especie Argentinella argentina Fernández-Martínez et al. Estos corales ramosos forman importantes agregados con bases de gran tamaño (hasta 5cm de diámetro) y ramas que oscilan entre 1 y 3,5cm, lo que los ubica entre las colonias de mayor tamaño del Paleozoico inferior. El hábito gregario permite el desarrollo de acumulaciones (coral tickets o meadows) que favorecen el establecimiento de una comunidad diversa. Existen dos etapas en el desarrollo de estas concentraciones: una inicial situada en la fangolita ferruginosa y fosilífera basal con corales de pequeño tamaño y otra, por encima de ésta, en la pelita morada bioturbada, que en sus primeros 25cm contiene fósiles dispersos en la matriz pelítica correspondientes a un segundo tipo de concentración que incluye a los abundantes corales de gran tamaño.