El siguiente resumen presenta un trabajo profesional realizado en el Palacio de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, durante el cual se tomaron una gran cantidad de fotografías que, junto con otro tipo de registros gráficos, configuraron un informe referido a “Los lineamientos preliminares para la elaboración de un plan maestro de intervención tendiente a la restauración material y re-significación de la sede de la Honorable Cámara de Diputados edificio de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.” Partimos de la base que arquitectura y fotografía son dos disciplinas con estrechos vínculos, y en muchos casos, sus leyes compositivas parten de alguna manera de las reglas del arte pictórico. Nos centraremos aquí en la arquitectura neoclásica. En ambas disciplinas se utilizan elementos compositivos similares: en la arquitectura neoclásica podemos referirnos a la sucesión de cuadros, la simetría axial, las geometrías simples y proporciones áureas, entre otras; en fotografía podemos observar reglas de composición referidas a puntos de vista, equilibrio, ritmo, simetrías, formas, proporción, escalas, tercios, dirección, tensión, por citar algunas.
El acto de tomar una fotografía, conlleva en sí mismo, la necesidad de componer la imagen con los elementos que se nos presentan. Debemos determinar qué elementos dejaremos dentro del encuadre y cuales descartaremos, y su organización.
Philippe Dubois en su libro “El Acto fotográfico y otros ensayos” lo describe como el corte espacial:
“…más allá de toda intención o de todo efecto de composición, el fotógrafo, primero, siempre recorta, corta, desgasta lo visible. Cada enfoque, cada toma es Ineluctablemente un hachazo que retiene un fragmento de real y excluye, rechaza, despoja el entorno…” En un mismo espacio arquitectónico clásico, capturamos imágenes diferentes. Podríamos expresar la propia composición clásica de ese ámbito, mediante tomas con posición central y simétrica del lente, líneas proyectadas hacia un punto de fuga, o la sucesión de cuadros. Pero si nos proponemos capturar el mismo espacio desde una visión más contemporánea, con un enfoque diferente, generando en el espectador la necesidad de recorrer toda la escena, podríamos basarnos en la regla de los tercios utilizando los puntos fuertes, o componer un cuadro asimétrico pero equilibrado por sus formas o color. Ambas operaciones son válidas y pueden expresarse separadamente, asi como también se pueden aplicar de manera solapada para tomas más complejas.