Puede decirse que no existe industria que no está vinculada directa o indirectamente con las arcillas. Esta vinculación tiene origen en sus múltiples cualidades: plásticas, adsorbentes, deshidratante, soporte, gelificante, etc.
En particular, en la industria de la elaboración del petróleo se utilizan las arcillas principalmente como material adsorbente. Así, en la refinación de aceites lubricantes, se las emplea para el tratamiento final de los mismos.
A este aspecto en particular se hará referencia en todas las consideraciones posteriores.