En los escritos de Wittgenstein pueden encontrarse al menos dos perspectivas para responder a la pregunta ¿qué es la filosofía? La primera perspectiva, la más clásica, está implícita en la práctica wittgensteniana, en el tipo de tarea que él mismo se dio en tanto que filósofo y aparece explícita en el modo en que comprendió esta tarea. Desde esta perspectiva emerge una respuesta que es bastante homogénea para ambos períodos de su pensamiento: que el origen de los problemas filosóficos debe buscarse en una comprensión inadecuada de la lógica de nuestro lenguaje; y que la filosofía, como es practicada por Wittgenstein, no tiene un objeto propio y no es consecuentemente una ciencia sino una actividad de elucidación, básicamente. Podría entenderse que lo que varía entre el “primer” y el “segundo” Wittgenstein son los métodos empleados para alcanzar unos objetivos comunes.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)