Creada en 1946 como Coordinación de Informaciones del Estado (CIDE), tenía la función de prevenir al Gobierno sobre riesgos políticos potenciales. Tras el golpe de 1955 pasó a llamarse Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE). Durante el contexto de la Doctrina de Seguridad Nacional que ubicaba al “enemigo” ideológico dentro de las propias fronteras, la Inteligencia estatal agudizó el espionaje hacia sectores de la población considerados “peligrosos” por parte de las FF: AA. La última dictadura militar le asignó al área de Inteligencia funciones estratégicas, controles poblacionales, coordinación de grupos de tareas y selección de “blancos” a eliminar por parte del plan sistemático genocida.
Desde Inteligencia se distribuyeron también contenidos negacionistas dirigidos a los medios de comunicación con el objetivo de ganar consenso para el gobierno de facto. Recientemente, en complicidad con sectores corruptos de la Justicia, Inteligencia vuelve al foco de la escena, al descubrirse su accionar contra dirigentes políticos, empresarios, periodistas y militantes sociales en procesos que buscan socavar las instituciones democráticas bajo la figura del lawfare, “guerra judicial”, diseñada luego de los atentados perpetrados contra el Pentágono y las Torres Gemelas.