Este trabajo pone en relación el "cuerpo grotesco" de la cultura cómico popular de la Edad Media y el Renacimiento, con el supuesto "retorno al cuerpo" propugnado por la cultura de consumo, estableciendo un contraste que destaque el sentido fundamentalmente divergente de ambos fenómenos. En el contexto cultural del posmodernismo, los discursos y prácticas asociados al "culto del cuerpo" adquieren un sentido que difícilmente pueda emparentarse con el "principio material y corporal" que Bajtín, a partir de su estudio de la obra de Rabelais, detectara en las manifestaciones festivas de la plaza pública. Históricamente, el origen de esta divergencia ha de rastrearse en la instauración del individualismo como estructura social dominante del orden capitalista. Una vez disueltos los lazos comunitarios tradicionales, la "liberación del cuerpo" se traduce en un ensimismamiento del sujeto contraído a un cuidado obsesivo del sí mismo (o más precisamente, y para ponerlo en términos de Bajtín, del "yo-para-mí" desprovisto de toda mediación por otro concreto). A manera de crítica de este proceso, se evocan, hacia el final del trabajo, ciertas reflexiones estéticas y antropológico-filosóficas de Bajtín tendientes a poner de relieve la estructura inevitablemente dialógica de cualquier valoración estética de la apariencia externa del cuerpo