La Organización Mundial de Sanidad Animal se refiere al bienestar animal (BA) como el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere (OIE, 2019a).
Definirlo como un estado resulta fundamental para comprender que es propio de cada animal, y no algo que se le pueda otorgar (Broom, 1991). Sin embargo, este estado guarda una relación directa con las condiciones del ambiente en el que se encuentren los animales y el trato que reciban por parte del humano (Coleman & Hemsworth, 2014). Así es que cobran importancia los diferentes factores de índole ética, económica, cultural, social, religiosa y política, que impactarán en el comportamiento humano y en las condiciones del entorno. Una de las funciones de los servicios veterinarios oficiales es atender al BA, procurando un abordaje multidimensional y colaborativo, que no solo contemple las diferentes disciplinas involucradas en su estudio, sino también los factores que caracterizan al vínculo humanoanimal en cada región, procurando además beneficiar el bienestar social y proteger el ecosistema, en línea con el nuevo concepto de “un solo bienestar”.