Desde la década de 1950, se celebra, en la ciudad de La Plata, la tradicional quema de muñecos de fin de año. Dicho ritual consiste en la construcción de figuras de madera y papel que serán quemadas en las primeras horas del año nuevo. Con los años, el rito se extendió por los barrios, debiendo la Municipalidad sancionar ordenanzas que regulen la práctica, y otorguen seguridad y resguardo tanto para los espectadores como para el patrimonio, de forma que la tradición continúe desarrollándose sin riesgos. Sin embargo, el énfasis puesto en la seguridad pasó por alto otra cuestión que ha causado oposición y hasta rechazo en algunas estructuras concretas, y en ciertos grupos de vecinos: nos referimos a aquellos muñecos considerados “polémicos” por referirse a temáticas religiosas o políticas; o bien que visualizaban alguna temática considerada como tabú o de indecencia (en algunos casos debido a interpretaciones erróneas de vecinos). Estos rechazos pueden definirse como criterios de censura que operan de manera implícita en los controles municipales, fenómeno acentuado en los últimos años y liderado por grupos vecinales que, en algunos casos, tienen cierta influencia en la sociedad platense. Entre los objetivos que guían este trabajo, se encuentran, por un lado, analizar el impacto que tuvo la aplicación de estos criterios en la tradición en general, y qué consecuencias tuvo en la misma. Por otro lado, determinar el nivel de importancia de los criterios morales de la sociedad y su influencia en la tradición, en particular de los grupos vecinales que han tenido cierto peso en los reclamos realizados. Finalmente, establecer la relevancia de los medios de comunicación, en tanto actor intermediario en la disputa. Para establecer nuestro problema de investigación, se determinó que los criterios de censura, además de la normativa referida a la seguridad, también afecta al desarrollo de la celebración, ya que entran en conflicto visiones contrapuestas; y es aquí donde la Municipalidad de La Plata ocupa el rol de mediador entre las partes: los vecinos por un lado, y los muñequeros por el otro. Además, si bien son implícitos, estos criterios tienen un gran peso al momento de definir la aceptación, o no, de un muñeco de fin de año. Respecto a la metodología, la misma es de corte cualitativo, llevada adelante a través del análisis de entrevistas a grupos muñequeros, vecinos y funcionarios de la Municipalidad de La Plata, tomadas de diversas fuentes periodísticas y portales informativos. Acerca de los resultados preliminares, podemos afirmar que si bien la moralidad tiene un peso importante a nivel social en general, y conserva cierta vigencia, los reclamos vecinales sobre este tema no han sido tenidos en consideración por las autoridades, principalmente debido a que las construcciones se encontraban dentro de los parámetros de seguridad establecidos por la ordenanza municipal que las regula, la cual no hace explícitas prohibiciones por cuestiones morales.