La escena final del Banquete platónico (Banquete 223d) nos muestra, despiertos todavía, conversando, a Sócrates y a dos interlocutores privilegiados, Agatón y Aristófanes, trágico y cómico respectivamente. Según oyó Apolodoro de boca del testigo Aristodemo:
“(...) Sócrates los estaba forzando a convenir (prosanankázein homologeîn) que es propio de un mismo varón (toû autoû andròs eînai) el saber componer tanto comedia como tragedia; es decir que el que por arte (téchne) es compositor de tragedia también es compositor de comedia.”
La contundente articulación en sí mismo que muestra el pasaje y su inserción en el momento final de la obra, cuando ya no quedaría nada por decir, generan respecto de todo el desarrollo anterior del diálogo un "efecto de ruptura" que nos sorprende como lectores. Pero Banquete 223d, al parecer, también sorprende a sus selectos oyentes ficcionales, a juzgar por el empleo del verbo prosanankázo, el cual indica que las ideas que Sócrates expone no son fácilmente aceptables para ellos.