La mayoría de los manuales introductorios de Lógica que conocemos desarrollan en sus capítulos iniciales algunas nociones básicas referidas al estudio del lenguaje. Esto se debe, como sabemos, a que los razonamientos se expresan a través de él, y por ende su estudio supone un análisis del lenguaje. Entre esas nociones se encuentran las tres ramas de la semiótica: por un lado, la sintaxis y la semántica para diferenciar esas dos dimensiones de análisis en la lógica formal; y por otro, la pragmática por su aplicación en el estudio de la argumentación. En esta organización de los contenidos se efectúa una clara separación de la pragmática con respecto a las otras ramas. Si es un manual de lógica formal, sólo es mencionada y definida en las primeras páginas, pero no se vuelve a hacer referencia a ella en los capítulos posteriores. Si el libro además contiene temas de lógica informal, sólo es aplicada (aunque no siempre en forma explícita) en estos capítulos o apartados.