El presente trabajo intenta reconstruir la teoría estética de Ruskin a partir de dos temas principales. El primero tiene que ver con la figura del crítico. Podemos fijar en Ruskin el origen de la doctrina del crítico como artista, que siendo dependiente de una determinada concepción de la sensibilidad estética, será la clave de nuestra interpretación de la continuidad del pensamiento de Ruskin en el esteticismo posterior. El segundo, la dimensión moral o religiosa del arte nos permitirá ver la ruptura. La figura de Ruskin brindó la primera encarnación del crítico artista. Harold Bloom sostiene que Ruskin puede ser considerado uno de los primeros, sino el primero de los críticos “mito” o “arquetipo”. Su influencia marcó la era victoriana al extremo de que para muchos es su muerte en 1900 y no la de la reina Victoria en 1901 el punto de quiebre, el paso de una era a otra. La clave para entenderlo está no sólo en sus escritos sino también en el papel que cumplió como formador de opinión.