¿Quién es el tirano? ¿Qué es lo propio de la tiranía? Este concepto –representativo de una condición unánimemente repudiada pero imprecisamente definida– puede ser motivo de un análisis que procure, dejando de lado la pretensión de proporcionarle una precisión teórica que limite su significado, explorar su ambigüedad y poner de manifiesto una serie de problemas fundamentales vinculados con la relación entre filosofía, política y democracia. Como señala Newton Bignotto, la tiranía forma parte del proceso de “invención de la política” que se desarrolla en Grecia a partir del siglo VI a. C., y cuyo producto más destacado ha sido la democracia. La idea de una “invención” de la política, esto es, del espacio público, y de las configuraciones que éste asume o puede asumir, supone no solamente la experiencia concreta de estos fenómenos en una etapa histórica determinada, sino, junto con ello, su conceptualización, el surgimiento de una reflexión teórica que coloca cierta representación de estos procesos como pieza fundamental en el nacimiento de la filosofía política, que serán igualmente claves en su desarrollo ulterior.