En este trabajo nos proponemos analizar la distinción entre lo social y lo político llevada a cabo por Hannah Arendt. Para ello, reconstruiremos brevemente la clasificación de la autora de las diferentes actividades humanas: la labor, el trabajo y la acción. Luego, mostraremos las singularidades de cada una de ellas, y trataremos de poner de manifiesto las estrechas vinculaciones entre acción y política, como uno de los elementos centrales de la especificidad de lo político en contraposición a lo social. A pesar de las diversas críticas que ha suscitado la delimitación de Arendt entre lo político y lo social –y su uso como un criterio normativo para evaluar las revoluciones-, nuestro trabajo intenta mostrar la relevancia y actualidad de la misma. En este sentido, nuestra tesis es que Arendt no se opone al tratamiento político de las cuestiones sociales, sino que se opone tajantemente a la disolución de la política en lo social. En este sentido, pretendemos realizar una lectura de Arendt, que nos permita rescatar la especificidad de la política frente a cuestiones instrumentales, como lo social y lo económico; y también instaurar la posibilidad de que la política verse sobre lo social. Esta lectura consiste en rescatar la vinculación de la política no sólo con la acción sino también con el juzgar sin criterios. Este juzgar sin criterios puede ser entendido como un tipo de racionalidad con respecto a fines, que como tal no se opone a la racionalidad instrumental de lo social, sino que es más amplia que la misma.