La radioterapia es una modalidad de tratamiento ampliamente utilizada en oncología, que consiste en la utilización de radiaciones ionizantes como medio terapéutico. Constituye una de las mayores opciones en el manejo de patologías oncológicas. De acuerdo con las mejores prácticas disponibles de medicina basada en evidencia, el 53% de los pacientes recibe radioterapia por lo menos una vez durante su tratamiento del cáncer. Asimismo, junto con otros procedimientos médicos como cirugía o quimioterapia, juega un rol importante en el abordaje del 40% de los pacientes que serán curados. Este tratamiento también es altamente efectivo como opción paliativa, en el control de síntomas y para tumores avanzados o recurrentes.
El proceso del tratamiento radiante es complejo y requiere de los conocimientos de física médica, radiobiología, protección radiológica, dosimetría, planificación, simulación e interacción de las radiaciones con otras modalidades terapéuticas. Podemos afirmar que a lo largo de las últimas décadas, la radioterapia ha contribuido a mejorar el control tumoral local, lo que impactó favorablemente en la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes comprometidos por este grupo de enfermedades, ya sea como modalidad radiante exclusiva o en carácter adyuvante, luego del aporte de otras especialidades. De esta manera, se entiende que siga siendo el tratamiento no quirúrgico más importante en el manejo del cáncer. En adición, se destaca que en los últimos años, se han desarrollado significativos avances tecnológicos en el área, por lo que existe un desafío para el clínico en ejercicio, mantenerse actualizado y aprovechar este progreso de la mejor manera posible para el manejo de los pacientes.