El trabajo parte de la observación contenida en “Más allá del principio de placer” del juego de un niño de un año y medio, enmarcada en lo que se ha dado en llamar “el giro de los años 20”, cuando Freud se encuentra con el fenómeno de la compulsión de repetición como un obstáculo en la clínica, y a partir de ello introduce modificaciones en la teoría psicoanalítica. Allí se entiende al juego como una “forma de trabajo del aparato anímico”, encarando su estudio desde una perspectiva económica. Del análisis que hace Freud se desprende que juego y placer no son la misma cosa. Jaques Lacan retomó esta observación de Freud en distintos momentos de su enseñanza, y no siempre extrajo de ella las mismas consecuencias