Este trabajo se propone describir la incidencia de la influenza en la subjetividad de la época, cuya irrupción ha determinado modificaciones en la experiencia de la vida cotidiana con la suspensión de actividades laborales, educativas y de esparcimiento con el propósito de las autoridades de impedir la aglomeración de personas, que pudieran propagar el contagio. Todo lo cual fue progresivamente estimulando el tabú de contacto que toma Freud en numerosos trabajos, atendiendo a que el sujeto está amenazado por distintas vías transmisoras de algo perjudicial que podría ser letal.