La diversidad biológica de los ecosistemas naturales comprende una gran cantidad de plantas, hongos, animales y microorganismos, muchos de los cuales se utilizan desde tiempos inmemoriales para obtener alimentos, medicinas, tintes, cosméticos, fibras textiles, artesanías y materiales para la construcción, entre otros. Estos productos, cuando se obtienen de los bosques, otras tierras forestales y árboles fuera de los bosques, se conocen mundialmente como productos forestales no madereros (PFNM), ya que no incluyen a la madera, la leña y el carbón vegetal.
La biodiversidad vegetal constituye la principal fuente de obtención de los PFNM, ya que se utilizan una gran cantidad de árboles, arbustos, hierbas, lianas, epífitas, enredaderas, musgos, líquenes y helechos. De las diversas especies vegetales se pueden obtener productos tales como, frutos, semillas, flores, hojas, cortezas, raíces, ceras, gomas, resinas, aceites esenciales, extractos secos y acuosos, polen y néctar, entre otros. Los PFNM también pueden obtenerse de hongos, animales y microorganismos, que son utilizados con distintos fines.
Los PFNM son aprovechados por comunidades de pueblos indígenas, comunidades campesinas o criollas y por personas que encuentran una fuente de ingreso en productos de la biodiversidad, tanto con fines de subsistencia, como culturales, espirituales, comerciales, turísticos, gastronómicos e industriales, entre otros.