La enigmática condición de la sexualidad humana no puede separarse de lo discursivo, en tanto es fundante del ser hablante, el psicoanálisis nos da cuenta de ello. Esta discursividad se funda por intermedio de la pulsión, producida entre el significante y el instinto Este intermedio podría ubicarse respecto del deseo en tanto producido entre el significante del Otro (materno) y la necesidad (grito de pura descarga), este primer movimiento inscribirá la imposibilidad de ser resuelta esta tensión, y su consecuente imposibilidad de disociar sexualidad y discurso.