La corrosión inducida microbiológicamente (CIM) se define como un proceso electroquímico donde diferentes microorganismos inician, facilitan o aceleran una reacción de corrosión sin modificar su naturaleza electroquímica, y es uno de los principales problemas para la industria del petróleo.Para contrarrestar estos efectos se utilizan biocidas, que previenen el crecimiento microbiológico y la posterior colonización de las superficies, pero generan un alto impacto toxicológico sobre el medio ambiente y la salud humana. La búsqueda de propiedades ecotoxicológicas más respetuosas con el medio ambiente ha llevado a la evaluación de compuestos químicos derivados o extraídos de organismos vivos como potenciales biocidas.Por tanto, el trabajo llevado a cabo durante la beca EVC (Estímulo a la Vocación Científica) - CIN fue evaluar diferentes sustancias de origen natural eco-compatibles con el medio ambiente como inhibidores de corrosión con la finalidad de controlar la corrosión de acero al carbono producido por el desarrollo de biopelículas de bacterias, estudiando la posibilidad de emplear estas sustancias como inhibidores de la CIM.Inicialmente, se evaluó la capacidad anticorrosiva sobre chapas de acero al carbono del triptofano, a distintas concentraciones (1x10-3 , 1x10-4 y 1x10-5 M), en NaCl 3,5% m/v.Se realizaron curvas de polarización potenciodinámicas para obtener los potenciales, corrientes y velocidades de corrosión, y se concluyó que la concentración 1x10-4 M de triptofano es la concentración óptima de inhibición de corrosión. Al verificar su utilidad como biocida, se realizó el test de Concentración Mínima Inhibitoria en Caldo Nutritivo con bacterias Pseudomonas aeruginosa y Bacillus cereus, y se encontró que la concentración 1x10-4 M inhibía el crecimiento bacteriano.Ante estos resultados, se analizó el efecto de esa concentración de triptofano en la corrosión del acero al carbono en medio de cultivo M9 en presencia de P. Aeruginosa. Como controles, se usó M9 estéril y M9 con triptofano sin bacterias. Se realizaron curvas de polarización en las mismas condiciones que las mencionadas anteriormente, sumado a las mediciones de espectroscopía de impedancia electroquímica, a distintos tiempos de exposición. Además, se determinó la pérdida de peso que sufrieron las chapas de acero al carbono al estar expuestas durante una semana a cada uno de esos medios, para estimar la velocidad de corrosión.Paralelamente, se realizaron las mismas medidas anteriormente mencionadas en donde se evaluó como potencial inhibidor de corrosión microbiológica al timol en dos concentraciones distintas (133 x 10-3 M y 333 x 10-3 M).Al comparar los resultados obtenidos de las mediciones mencionadas anteriormente, se encontró que el timol presenta una mayor capacidad inhibitoria sobre la CIM por sus propiedades biocidas, mientras que el triptofano es más efectivo como inhibidor de corrosión en un medio agresivo.