En producción porcina, para obtener más rédito económico se destetan precozmente los lechones para reducir los tiempos de producción. Esto implica que las crías se enfrentan a la siguiente etapa, donde deberán establecerse nuevas jerarquíaS y hay un cambio en la dieta drástico, con un sistema inmune no completamente desarrollado. Este estrés genera inflamación y los mediadores liberados alteran la barrera intestinal por lo que aumenta la susceptibilidad a patógenos y aumentan las diarreas. En consecuencia, el desarrollo de los lechones se ve afectado. Para compensar estos efectos, una práctica común es el uso de antibióticos como promotores de crecimiento. Debido a su aplicación prolongada en dosis bajas, esta práctica ha generado un gran problema de resistencia antimicrobiana. Las bacterias resistentes además de colonizar a los animales se instalan en el ambiente (suelo, aguas) y el problema se perpetua en las siguientes tandas de producción. Bajo el concepto una salud, que integra las nociones de salud humana, animal y del medio ambiente se busca reducir el uso de antibióticos. Actualmente, contamos con normativas que prohíben su uso como promotor de crecimiento. Por lo tanto, es necesario buscar alternativas que permita reducir los efectos del estrés postdeste en lechones para reemplazar los antibióticos.En nuestro grupo venimos trabajando con una levadura probiótica aislada de la leche fermentada Kéfir. Esta levadura tiene propiedades antiinflamatorias que fueron demostradas en modelos in vitro y en modelos murinos de inflamación. Como probiótico es capaz de sobrevivir en el tracto intestinal, resistente al ácido biliar y ácido clorhídrico. Además, esta levadura es capaz de crecer en diversas condiciones de cultivos lo que es conveniente para crecerla a gran escala. Por todos estos motivos nos propusimos probarla como suplemento de cerdas y lechones y evaluar su impacto en la salud intestinal.Nos proponemos evaluar si la levadura (viva o muerta por calor) tiene un efecto sobre la salud intestinal. Trabajaremos con tres grupos experimentales: control, suplementado con la levadura viva o con la levadura muerta. Se suplementará tanto a las cerdas (en las últimas semanas de gestación y durante toda la lactancia) como a los lechones en las primeras semanas postdestete. En el nacimiento se registrará la facilidad de parto, las crías nacidas vivas y su peso. Al destete, evaluaremos el estado de la barrera intestinal viendo la morfología del tejido y realizando ensayos de permeabilidad ex vivo. También analizaremos la diversidad de la microbiota condicionada por la suplementación. En la recría evaluaremos la respuesta a la vacunación y la presencia de anticuerpos contra componentes de la microbiota en suero. Durante todo el ensayo se va a registrar el peso de los lechones, la conversión alimenticia y la ocurrencia de las infecciones. En base a estos parámetros, evaluaremos si la suplementación tiene un efecto sobre la salud intestinal.