En el contexto actual, cuando hablamos de personas con discapacidad, ciertamente se puede notar un cambio en el paradigma de la representación social del colectivo que los aúna. A partir de los diferentes derechos luchados y conquistados, la narrativa de las personas con discapacidad adquirió una visibilidad en primera persona. Cuando antes solían estar representados o eran hablados por sus padres/cuidadores/tutores, hoy en día esa voz se constituye como propia y singular. Sin embargo, también es notorio que continúan manifestándose experiencias opresivas que se encuentran encarnadas en las representaciones sociales aun estereotipadas acerca de las personas con discapacidad, y que se conjugan en el lugar que se los coloca socialmente en diversos ámbitos y que condicionan el ejercicio pleno de sus derechos. El propósito de la investigación en curso es recuperar y analizar las trayectorias personas con discapacidad en relación al ejercicio de los derechos en materia de salud sexual, reproductiva y no reproductiva, identificando tanto los dispositivos que ofrecen accesibilidad a los mismos, como las posibles barreras que impliquen vulneración de derechos, observando la existencia de posibles accesos diferenciales relacionados a la clase social de pertenencia de los sujetos. Interesa abordar cómo las configuraciones entre lo estatal y los agentes, se disputan poder y sentidos, y entretejen las trayectorias particulares de vida de dichas personas. Esta disputa de sentidos se entiende a partir de los discursos que se construyen alrededor de la sexualidad de los sujetos, que en este caso podemos entender como sexualidades periféricas, según Foucault (2020), en tanto se configuran como sexualidades no esperables, anormales, no reproductivas. En nuestro país existen leyes como producto de pactos y tratados internacionales. Se consideran como hitos significativos la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer - CEDAW (1979), el Programa de Acción de El Cairo (1994), y la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995). (Monjaime, 2015). También la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, de tratamiento más reciente en 2006. Sin embargo, se encuentran innumerables relatos sobre prácticas que vulneran de derechos en materia de salud sexual, muchas veces producto de la desinformación y escasa formación de profesionales de la salud en la temática, abonado en imaginarios sociales acerca de las personas con discapacidad. En términos metodológicos se producirá material de tipo narrativo, en el que se recuperará el punto de vista de diferentes agentes situados, en particular de las PCD. De esas narrativas se producirán análisis interpretativos sobre los sentidos asociados a la discapacidad, su configuración colectiva y la salud sexual. Nos interesan las trayectorias, la accesibilidad, las interseccionalidades presentes y las relaciones conflictivas entre prácticas y discursos.