Durante los últimos años, los productos farmacéuticos, así como productos de cuidado personal y provenientes de la industria de alimentos, han estado recibiendo cada vez más atención como posibles productos químicos bioactivos en el medio ambiente, ya que son considerados como contaminantes ambientales emergentes, debido a su capacidad inherente para inducir efectos fisiológicos en humanos a dosis bajas. La proliferación en el medio ambiente de bacterias resistentes a antibióticos, causado por la presencia de fármacos antibacterianos ha alertado a la comunidad científica. Las economías en expansión, como las de América Latina, son las áreas geográficas más susceptibles de aumentar la contaminación por estos agentes y, en particular, en la biota acuática. Los procesos fotoquímicos mediante la generación de especies reactivas pueden ser prometedores en el campo de la degradación de contaminantes en aguas naturales. Son conocidos procesos fotoquímicos reductivos y oxidativos para la degradación de contaminantes. Los procesos de oxidación avanzada (AOP) como la fotocatálisis, Fenton o combinaciones han sido ampliamente aplicados en la eliminación de contaminantes orgánicos, los mismos pueden tener alto rendimiento . En ese sentido se ha estado investigando la posibilidad de degradar contaminantes emergentes ambientales en solución acuosa por métodos fotoquímicos. Se ha estudiado el potencial efecto catalizador de nanomateriales magnéticos preparados mediante la síntesis de coprecipitación sobre dichos procesos. Hasta el momento se ha logrado fotodegradar colorantes provenientes de la industria alimenticia empleando un nanomaterial magnético cubierto con ácidos húmicos y en medio oxidante (peróxido de hidrógeno), observando un efecto sinérgico con la presencia de ambos agentes en el medio.