El borde costero del Río de la Plata, por su singularidad y riqueza biológica, es un recurso esencial para la economía, la salud, el esparcimiento y la recreación de la Región Metropolitana de Buenos Aires. Dentro de la misma se encuentra la subregión Área Litoral Sur Metropolitana de Buenos Aires, comprendida por los Municipios de Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Ensenada, Berisso y Magdalena, caracterizada por poseer una estructura con presencia de paisajes naturales de gran valor ecológico y amplia disponibilidad de espacios abiertos en forma continua, a la vez que exhibe paisajes antropizados por procesos de ocupación y expansión urbana. Se trata de una serie de paisajes culturales, definidos por la UNESCO como la obra combinada de la naturaleza y el hombre, una diversidad de manifestaciones de las interacciones entre la humanidad y su ambiente natural, que se posicionan como una dimensión fundamental del patrimonio natural, histórico y arquitectónico, contribuyendo a la definición de las identidades locales. De esta forma, en la presente beca, se reconocerán, catalogarán y analizarán paisajes culturales en base a su valor universal sobresaliente y de su representatividad en términos de una región geocultural claramente definida y, en consecuencia, por su capacidad para ilustrar los elementos culturales esenciales y distintivos. Con el fin de generar lineamientos que promuevan el desarrollo sostenible del espacio verde como infraestructura urbana, del borde costero del Río de La Plata. Dada su complejidad, se realiza un recorte espacio-temporal que abarca y refiere a los Municipios de Berisso y Ensenada, en virtud de su significado para el desarrollo local y su valor identitario como paisaje cultural de la microrregión de la capital bonaerense.El sector seleccionado corresponde, geomorfológicamente, a la planicie costera o terraza baja, caracterizada por la presencia de un territorio natural que, aun poseyendo protección legal, es escenario de actividades recreativas y de esparcimiento. Así mismo, se localizan sectores industriales -consolidados y obsoletos- y productivos, evidenciándose el avance de la urbanización. Por lo que, si bien el área posee diversas potencialidades, varios autores manifiestan que la superposición de infraestructuras se desarrolló sin una estrategia integral que permitiera el correcto aprovechamiento del recurso costero, resultando en la generación de impactos negativos en el ambiente y en la calidad de vida de la población.