La presente investigación se sitúa en los estudios de género y en los aportes de estos estudios aplicados al derecho. Tiene como objetivo analizar las políticas de acceso a la justicia de mujeres (cis) y disidencias sexo-genéricas ante situaciones de violencia por razones de género, en un contexto atravesado por la crisis de la pandemia y post-pandemia. Los obstáculos en el acceso a la justicia ante situaciones de violencias por razones de género derivan, en gran parte, del modelo de gestión privatista y securitario de las violencias centrado en la denuncia, la individualización de la persona como víctima y la verosimilitud del testimonio (Malacalza, 2018). Consecuencia de esto son las múltiples dificultades que enfrentan las demandas que no responden al modelo liberal individualista, sino que persiguen derechos sociales, económicos, culturales y colectivos (Martocci, 2021). En el año 2020, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, creó el Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género 2020-2022 donde se plantea un cambio de abordaje respecto de las políticas públicas sobre violencias por razones de género: el pasaje de un modelo individual centrado en la denuncia a un abordaje integral, territorial e interseccional de las violencias. Este plan, debido a la pandemia del COVID-19, adquirió relevancia en la ampliación de dispositivos integrales y territoriales de atención, y en la priorización que se dio a las mujeres (cis) y disidencias sexo-genéricas en el acceso a determinados programas, incluyendo apoyo económico (Lopreite y Rodríguez Gustá, 2021; Belloni, Brown y Massi, 2022). Se crearon programas específicos de acompañamiento ante situaciones de violencias por razones de género que presentan como objetivo trabajar de manera coordinada con los distintos niveles del Estado y organizaciones sociales y comunitarias, reconociendo las particularidades y dinámicas que adquieren las violencias por razones de género en los distintos territorios. Este tipo de acompañamientos ante situaciones de violencia por razones de género enuncian acciones, articulaciones y estrategias de intervención que no se reducen a la judicialización de la problemática, que son relevantes de analizar para conocer los desafíos, tensiones y obstáculos que enfrentan estos modos de abordaje de las violencias que tienen como objetivo reparar en las condiciones estructurales que las generan.