Lemerise y Arsenio (2000) proponen un modelo de procesamiento de la información social (PIS) que enfatiza tanto aspectos emocionales como cognitivos. Hipotetizan que diferencias individuales en emocionalidad y regulación emocional pueden influir cada uno de los pasos del PIS. Además, debido a que las emociones en una y otra persona se regulan mutuamente, presuponen que la manipulación de las señales emocionales puede afectar cada uno de los momentos del procesamiento de información, y que los efectos de diferentes emociones discretas pueden ser distintos. Si bien los estudios basados en el PIS se han realizado mayormente con varones, investigaciones que abordan las diferencias de género señalan resultados favorables para las mujeres. Además, el PIS parece evidenciar un mejor desempeño a medida que el niño se desarrolla. Por otra parte, se reconoce los efectos negativos de la pobreza sobre el desarrollo infantil. En base a ello, este estudio se propuso evaluar el poder predictivo de variables sociodemográficas y emocionales sobre el PIS en niños cordobeses de 5 y 7 años. En particular, analizar esas relaciones con respecto a tareas de PIS correspondientes a tres emociones básicas: enojo, alegría y tristeza. Además, examinar si las variables de emocionalidad y regulación emocional de emociones negativas y positivas realizan contribuciones independientes al PIS.