La vehiculización de principios activos mediante nanopartículas ha demostrado mejorar terapias farmacológicas, gracias a sus propiedades tecnológicas como el transporte hacia sitios específicos, protección ante condiciones fisicoquímicas adversas, y la reducción de dosis y efectos secundarios.Uno de los mayores desafíos recientes para la comunidad científica ha sido encontrar estrategias para detener epidemias como influenza H1N1, Ébola, Zika y SARS-CoV-2. Aunque se han centrado esfuerzos en el desarrollo de vacunas, mejorar las terapias para infecciones virales y bacterianas sigue siendo crítico. Pacientes hospitalizados con infecciones virales y en cuidados intensivos tienen mayor riesgo de contraer infecciones bacterianas multirresistentes (MDR). La nanotecnología surge como una alternativa para enfrentar dichas infecciones, aprovechando las propiedades únicas de las nanopartículas (NP) para controlar la administración de fármacos y mejorar la eficacia de los antibióticos, ayudando a erradicar biopelículas.Las formulaciones basadas en matrices poliméricas, especialmente en quitosano, destacan por su biocompatibilidad y biodegradabilidad. El quitosano, segundo biopolímero más abundante en la naturaleza, posee propiedades físico-químicas que lo hacen ideal para la administración de fármacos y control de infecciones bacterianas, ya que interactúa específicamente con principios activos y permite su localización dirigida en el organismo.Para estas formulaciones se utiliza la técnica de síntesis por nanoprecipitación iónica por goteo, aprovechando las cargas superficiales de los reactivos para ensamblar las nanopartículas. Esta técnica permite obtener un perfil de tamaño, índice de polidispersidad (PDI) y potencial Z en función de la relación de reactivos utilizados.Estas nanopartículas pueden vehiculizar antibióticos y otros compuestos. Por ejemplo, la cefalexina, un antibiótico usado en infecciones del tracto respiratorio, piel, huesos y oídos, y el resveratrol, un compuesto antioxidante natural que se produce en respuesta al estrés en plantas. El resveratrol ha demostrado inhibir el quorum sensing bacteriano, por lo que se presenta como un candidato interesante para trabajar en conjunto con antibióticos.En resumen, las nanopartículas de quitosano son versátiles tanto en su composición como en sus funciones. Por ello, la caracterización de estas nanopartículas y el estudio de su potencial aplicación en terapias personalizadas resulta de gran interés, dado que su síntesis es eficiente en términos de tiempo y costo.