La propuesta de Synny Auyang (1998), respecto al funcionamiento del análisis sintético tiene su justificación en las relaciones que los sistemas abiertos, como los sociales, construyen de manera constante por medio de interacciones dinámicas que son dirigidas por relaciones marcadas por objetivos, propósitos o intenciones establecidas en la comunicación e intercambio de información, pueden analizarse a partir de la introducción de conceptos que resultan pertinentes para el análisis de fenómenos de índole social tales como jerarquía y emergencia. Por tales razones el análisis sintético es útil para construir sistémicamente un objeto de estudio y en el cual los conceptos que describen los elementos y los subsistemas se interrelacionan para explicar la función, la estructura y el comportamiento de los sistemas físicos, biológicos, psicológicos y sociales (Lara Rosano, 2017: 137).