La cebada posee gran relevancia a nivel mundial, destacándose por su valor nutritivo y su amplia variedad de aplicaciones industriales. La fertilización nitrogenada es una práctica comúnmente utilizada para optimizar el crecimiento y el rendimiento de este cultivo. La eficiencia de esta técnica puede mejorarse a través del uso de bioestimulantes, los cuales tienen el potencial de incrementar la absorción de nutrientes y mejorar la respuesta de las plantas ante condiciones de estrés abiótico.
El objetivo de este trabajo fue evaluar el impacto de diferentes dosis de nitrógeno (N) y la aplicación de un bioestimulante en el crecimiento y rendimiento del cultivo.
El diseño experimental incluyó dos variedades de cebada y tres niveles de fertilización nitrogenada, tanto con la incorporación de bioestimulantes como sin ellos, utilizando un diseño de bloques completos aleatorizados.
Las variables medidas incluyeron la altura de planta, producción de biomasa, dinámica del macollaje y rendimiento. Se realizaron análisis estadísticos para evaluar los efectos principales y las interacciones entre las dosis de N y el bioestimulante, utilizando análisis de varianza (ANVA) y pruebas de comparación de medias.
Los resultados mostraron que el aumento en la disponibilidad de N, en combinación con la aplicación de un bioestimulante, no produjo un efecto sinérgico positivo en el crecimiento del cultivo ni en los componentes de rendimiento o producción total. Se observó únicamente una tendencia hacia el aumento del rendimiento relacionada con la dosis de N. No obstante, la aplicación del bioestimulante sí contribuyó a una mayor producción de biomasa.
La falta de respuesta significativa en los resultados pudo deberse a la ausencia de factores de estrés durante el ciclo del cultivo, facilitada por condiciones climáticas favorables y las características del suelo, especialmente la alta disponibilidad de nitrógeno (NO₃-) y los aportes del mismo por mineralización (Nan).