El trabajo ensaya una aproximación a la narrativa de Roberto Bolaño a partir de la novela Amuleto (1999) para definir su propuesta estética en relación con los debates en torno a los nuevos realismos en el Cono Sur: los cambios y desplazamientos en torno a la categoría "realismo" en la posdictadura. Bolaño articula un realismo particular, el "realismo visceral"; posicionándose en el campo literario latinoamericano, en diálogo con los debates actuales en el marco de los denominados nuevos realismos, o "realismos adjetivados". Atravesado por el fantástico, funciona como matriz para relatar la experiencia de las dictaduras y sus significaciones en el presente. El análisis explora, entonces, cómo la narrativa de Roberto Bolaño abre otras posibilidades de representación y constituye una posición diferenciada en el campo literario chileno, a la vez que participa de las discusiones en torno al realismo latinoamericano y a la pregunta sobre "cómo narrar" el pasado traumático de la dictadura militar. Las huellas de la violencia en América Latina exigen nuevos modos de abordar lo "real" porque la experiencia adquirió dimensiones inefables. El realismo visceral de Bolaño evidencia los cambios estéticos de los 60 a los 90, al fracturar el optimismo de las narrativas del boom, al debilitar las certezas del testimonio, y sobre todo, al incluir el fantástico que opera como espacio de lo siniestro, del fantasma (metáfora del desaparecido) y sus significaciones en el contexto del terrorismo de Estado.