La instancia de pasaje institucional genera tensiones en los modos de leer y concebir lo
literario, y en las prácticas de escritura que pretenden dar cuenta de esos conocimientos.
Desde una perspectiva cualitativa -que se considera la más ajustada para analizar estas
problemáticas- se advierte cómo los ingresantes a las carreras de Letras despliegan lecturas
que en buena medida responden a modos de leer institucionalizados y valorados en el ámbito
de la escuela media, en un complejo entramado de creencias y tradiciones que, por ejemplo,
actualizan la noción de autor como dador de sentido en un texto literario, en tanto saber
privilegiado para el conocimiento de la literatura. Sin embargo, esos saberes legitimados por la
formación anterior aparecen, en los mismos escritos, puestos en cuestión o tensionados por
unas nuevas formas de apropiación de los conocimientos que el Curso de Ingreso está
habilitando para los estudiantes. Esas tensiones no estarían mostrando los remanidos
"problemas de comprensión y escritura", sino que estarían dando cuenta de unas
resignificaciones de los conocimientos que los alumnos poseen, resignificaciones que a la vez
deben encontrar, para su manifestación en la escritura, las formas de un discurso ajeno o en
buena medida desconocido, acorde a los modos de legitimación propios de la institución
universitaria.