La experiencia narrativa se posiciona como un eje conceptual de heterogéneos abordajes
teóricos y críticos. Desde la célebre postura de Walter Benjamin acerca de la crisis del relato y
la experiencia en la modernidad, una miríada considerable y multifacética de teorías ha
desmenuzado la práctica de narrar desde perspectivas antropológicas, semióticas y literarias.
En la literatura argentina hallamos una compleja trama de linajes y tradiciones estéticas que
presentan concepciones narrativas disímiles. De esta forma, en la contemporaneidad, la
literatura pone en cuestión el estatuto de los relatos, debatiendo qué significa narrar o,
parafraseando a Roland Barthes, preguntándose si la narración y literatura sirven de algo.
En esta polémica oculta circulan los textos de Marcelo Cohen, una serie de relatos y ensayos
críticos (aunque las dicotomías genéricas no son siempre útiles para leer a Cohen, de algún
modo los paradigmas binarios están alterados en sus textos) que ponen en cuestión los lugares
comunes de la teoría acerca del relato y promueven una concepción compleja y paradójica de
la narración literaria.
Proponemos, entonces, un ensayo de interpretaciones que establece correlatos entre diversos
textos de Cohen donde se enuncian concepciones de la práctica narrativa, para configurar una
política del relato que discute las dicotomías binarias de la tradiciones estéticas y las
tendencias actuales de la literatura argentina. Rara avis del campo intelectual contemporáneo,
Cohen pone en cuestión los paradigmas estéticos y levanta la práctica del matiz contra el
lenguaje estereotipado de la prosa de estado, ese catálogo de estilos y buenas maneras que le
impone a la literatura un lenguaje sustentado en el lugar común.