Este ensayo pretende hacerse cargo de una reconsideración y salida de las prácticas escriturarias
que conformaron lo que Roberto González Echevarría denominó el mito y el archivo de la literatura
latinoamericana, una formación discursiva preocupada de las "narrativas que siguen buscando la
clave de la cultura y la identidad latinoamericana". Este archivo entró en crisis y está siendo
deconstruido por cierta producción literaria contemporánea, la cual intenta dar cuenta de cómo
tanto lo local como lo nacional (y continental) se encuentran seriamente agotados. Hoy, cierta
literatura se produce "sin casa" y "sin centro", y se pregunta por los límites más que por los
orígenes culturales.