En uno de los cuentos que integran Historia Argentina (1991) de Rodrigo Fresán, el lector encuentra
representado el desarrollo de la vocación literaria en un niño, atravesando la experiencia traumática de
ser un adolescente durante la última dictadura militar. El personaje, un escritor novel, termina su primer
"cuento profesional" y experimenta con la última palabra que escribe una especie de angustia, a la vez
que se pregunta, "¿Y ahora?".
La pregunta refiere la suerte que puede tener un texto luego de ser escrito. Lo mismo puede decirse de
la representación del escritor en algunos textos de los últimos veinte años en la literatura argentina. La
pregunta se repite, se multiplica y encuentra renovadas respuestas gracias a las nuevas tecnologías. La
pregunta "¿Y ahora?" está caracterizando una nueva forma de concebir el oficio de escritor, preocupado
ya por el destino de sus textos inmediatamente después que éstos han sido acabados. La instantaneidad
y la capacidad de reproducción de un texto han alterado las relaciones del campo.
Hay puntos en la historia de la cultura en los que el paradigma del escritor varía, pues el texto literario
adquiere nuevas posibilidades. Un momento determinante fue la creación de la imprenta, las reglas del
arte y la literatura se alteraron. Siglos después hubo otro cambio radical, como la creación de la
fotografía y el cine. La tecnología digital plantea nuevos desafíos e implica nuevas preguntas.
Esta concepción renovada del oficio de escribir en la literatura argentina es lo que este trabajo propone
estudiar, tomando a Historia Argentina de Rodrigo Fresán como ejemplo. El cambio de concepción,
influenciado fuertemente por las nuevas tecnologías, implica además una relación con el pasado y la
memoria que trazan un mapa cultural globalizado, con direcciones que aún hoy se están formulando.