El presente trabajo analiza los dos libros que el escritor mexicano Juan Villoro inscribe bajo la rúbrica del ensayo -Efectos personales (2001) y De eso se trata (2007). Dicho análisis dará pie a un desarrollo sobre el lugar del ensayo como terreno privilegiado para la reflexión crítica. A partir de los célebres textos que György Lukács y Theodor Adorno dedicaran a la forma del ensayo, se establece una divergencia en los métodos que uno y otro proponen para el quehacer del ensayista. Lukács arguye a favor de una mirada que sea capaz de transparentar sus objetos a la manera de un buen retratista; Adorno caracteriza al ensayo a partir de una mirada que se dirige sobre un objeto de reflexión negativa, ocupándose así de lo que hay de ciego en sus objetos. De esta forma, si se considera a una y otra mirada como perspectivas divergentes al momento de construir sus objetos de reflexión, se puede formular la interrogante que motiva este trabajo: ¿cuál de estas miradas podría caracterizar la escritura ensayística del autor mexicano? Responder a esta pregunta implica poner de relieve la singularidad de la ensayística de Villoro, pues al tiempo que desarrolla una lectura de la tradición literaria latinoamericana, realiza una permanente puesta en tensión de la forma en la que se presenta su escritura. Para ello se destacan las series -establecidas por Villoro- que van del ensayo a la traducción, y de la puesta en cuestión de la identidad latinoamericana a una concepción de la literatura en términos de extraterritorialidad, pues ellas permiten caracterizar la elucidación de la forma en el discurrir de esta ensayística, y renovar la discusión sobre los modos del ensayo en la crítica latinoamericana.