En este trabajo se buscará explicar, en un primer momento, de qué modo y en qué sentido pensar al hombre en la post-historia no es otra cosa que pensar al cuerpo; en un segundo momento, se intentará dar cuenta filosóficamente de ese cuerpo post-histórico. Para poder llegar a estas instancias, sin embargo, será preciso primeramente preguntarse por el cuerpo en la historia. Sólo este camino a través del desenvolvimiento del espíritu hegeliano creará las condiciones indispensables para pensar con toda legitimidad al cuerpo post-histórico, que no es otro que el nuestro.