La creación de la Facultad de Filosofía puede percibirse como la culminación de una serie de intentos por conformar un ámbito público para la práctica de las humanidades, cuya especificidad comenzaba a perfilarse con mayor nitidez, proceso que por otra parte, la misma Facultad contribuiría a consolidar. Paul Groussac, por ejemplo, critica a Norberto Piñero a raíz de una publicación de éste, sobre Mariano Moreno, por no cumplir con los requisitos mínimos exigibles a todo trabajo de compilación, ni con la crítica documental moderna, ni en la elaboración de aclaraciones y notas explicativas. Reclamaba reglas básicas que debían orientar la práctica de la actividad intelectual.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)