El deísmo rousseauniano desestima la existencia del caos o del Mal general. Por el contrario, ve en el sistema del mundo un orden perfecto que obedece a la divina Providencia, identificada con la legalidad universal de la naturaleza. Mas con ello su intención no es despreciar el sufrimiento de los individuos. De hecho Rousseau reconoce y admite la presencia, e incluso la abundancia, de diversos males que afectan al hombre. ¿Acaso él mismo no es un claro ejemplo de ello?