Los hábitos conforman uno de los capítulos que más nos preocupan en Odontopediatría. Tienen gran influencia en el desarrollo del tejido linfático, óseo, articular, dentario y sobre partes blandas. No todos son perjudiciales. Dentro de los hábitos fisiológicos, más allá de los múltiples beneficios a nivel inmunológico, mecánico, psicosocial, emocional y hasta económico, el amamantamiento se presenta como una de las mejores herramientas protectoras con que cuenta el organismo para acompañar y estimular el crecimiento y desarrollo normales del sistema estomatognático y respiratorio en los primeros tiempos de vida extrauterina. Sabemos que la función muscular incrementada durante la lactancia favorece el accionar de los músculos propulsores y de cierre compensando y corrigiendo el retrognatismo mandibular del RN en busca de una mejor relación entre el maxilar y la mandíbula a la vez que prepara la boca para etapas posteriores: facilita el desarrollo esqueletal, la erupción y alineación dentaria posterior. La temprana ejercitación de los músculos masticadores y faciales en el acto de lactar, disminuyen el 50 % de cada uno de los indicadores de maloclusiones dentarias: resalte, apiñamiento, mordida cruzada posterior, mordida abierta, distoclusión, rotaciones dentarias entre otras. Por otro lado, la estabilidad psicológica del niño proporcionada por la lactancia natural contribuye a disminuir la prevalencia de hábitos bucales incorrectos considerados el 1° factor de interferencia capaz de provocar serias maloclusiones que afectan estética y función. La succión y la deglución, son mecanismos necesarios para la alimentación del niño. Junto con la respiración demandan la realización de movimientos variados y coordinados, que conforman una "UNIDAD VITAL” para su supervivencia. Por lo tanto, la presencia de cualquier hábito no fisiológico durante el crecimiento y desarrollo provocará un desequilibrio funcional con consecuencias de variada magnitud en relación a la frecuencia, intensidad, duración y fuerza con que se realicen y la estructura a la que afecten.