Sin pretender hablar de fantasmas o cosas por el estilo, debemos admitir que la heteronomía es algo extraño, una rareza que niega ubicarse plenamente tanto en el terreno de la ficción como en el de la realidad. Quizá debiera ubicársela en una zona gris en el tránsito de una a otra. Lo cierto es que el heterónimo es algo más que un personaje de ficción, pero desde una mirada empírica lisa y llana no llega a ser un individuo real; en todo caso es algo que acontece en el individuo Pessoa que se distancia de él y que en ese distanciamiento cobra autonomía y se constituye en autor.