En los últimos años se ha desarrollado un fuerte debate en torno a la utilización que se hace de la tierra en la Argentina –y no sólo aquí. Se cuestiona el uso de agroquímicos, el continuo recurso a bioingeniería, la concentración en el monocultivo, la concentración de la propiedad de la tierra, etc.
Este debate puede darse desde distintas disciplinas, tales como la economía (ej: beneficios a corto plazo frente a beneficios a largo plazo), la sociología (ej: expulsión de la gente de sus lugares de vida, pérdidas de culturas), etc.
En el presente trabajo queremos resaltar ciertas reflexiones desde la filosofía política, que enmarcan el debate y quitan legitimidad a ciertas pretensiones. Tomaremos el caso del modelo agrícola que impera en nuestro país.