En el presente trabajo me propongo explorar algunos aspectos de la relación entre la filosofía de Karl Otto Apel y la de Charles S. Peirce. Lo primero que llama la atención respecto de esta cuestión es el lugar en que Apel ubica a Peirce en la historia de la filosofía. Y es que aún cuando entre sus trabajos media un siglo de distancia, Apel recurre a muchas tesis de procedencia peirciana en su intento de transformación de la filosofía. Esto es más sorprendente por cuanto Apel pretende que esta transformación de una respuesta a la crisis que la filosofía sufriera en el siglo XX, como resultado de las críticas formuladas tanto por la filosofía analítica, como por la filosofía hermenéutica de corte heideggeriano, contra sus tradicionales pretensiones.