El narrativismo, al no postular una forma nueva de abordar el problema del conocimiento histórico en los términos de objetividad y verdad, desplaza la preocupación de constituir a la historiografía en ciencia. La propuesta es dirigirse hacia una instancia metahistórica en donde se origina y constituye toda perspectiva histórica, con el fin de centrar el debate sobre el pasado en las semejanzas entre la estética y la poética entendida en sentido creador. Es de esperar que esto toque la sensibilidad de aquellos que piensan a la historiografía como un ámbito de conocimiento que debe atender solamente a cuestiones de orden epistemológico o metodológico. Pues sí el pasado humano es valioso, lo será siempre y cuando sea posible alcanzar de verdad. Será esta la cuestión aquí a tratar: la relación entre verdad histórica y sentido histórico.