Hablar de territorio es una moda hoy en las ciencias sociales. Por un lado, la producción científica y política del neoliberalismo lo usa en lo cotidiano: Desarrollo territorial y local, son usados frecuentemente en trabajos académicos y programas de intervención focalizadas, desde una lógica poco problematizada e instrumental. Los procesos de desterritorialización han sido descritos en innumerables trabajos subidos a la ola posmodernizante, donde pareciera que sólo los flujos del gran capital trasnacional hacen y deshacen territorios. Los barrios populares –objeto de mi investigación- son analizados en términos instrumentales de la política social. Hablar de “desarrollo local”, “empowerment” o “capital social” es la manera más común de estudiar estos territorios, cayendo en la vieja noción de “espacio receptáculo” que muchos Geógrafos ya se han encargado de desterrar.