Pensé, en este espacio que se me ha concedido, comentarles algunas preocupaciones que me van surgiendo a partir de la tarea que realizo en distintas instituciones públicas vinculadas con la educación formal en sus diferentes niveles, y en especial con la formación docente. Estos trabajos, y en especial la relación teorías-prácticas a la que obliga su realización, me demandan constantemente y me han permitido ir armando algunos marcos conceptuales para pensar la geografía que se enseña, como así también me ayudan a buscar itinerarios de indagación e investigación en torno a esa geografía escolar.