La cifosis es una incurvación del raquis en el plano sagital a concavidad anterior. El término proviene del griego kyphos, curvado.
En los primeros ocho o diez meses de vida la columna vertebral conforma una pancifosis.
Con la adquisición del gateo se adquiere la lordosis cervical y con la bipedestación, la lumbar. De esta manera se establece la alternancia de curvas sagitales: lordosis cervical y lumbar, cifosis torácica y lumbosacra, aunque con una amplia variabilidad personal. En efecto, la adquisición de la bipedestación, además del establecimiento de las curvas espinales normales, determina la independencia de los miembros superiores, modifica la estática y dinámica del zócalo pélvico con la consecuente adaptación funcional muscular y ligamentaria. Este equilibrio, consecuencia de la filogénesis, no es inmutable, se modifica con el transcurso del tiempo influenciado por diversos factores. Entre los morfotipos constituidos, algunos están relacionados con alteraciones específicas como la espondilolisis, espondilolistesis, patologías degenerativas y adaptación a enfermedades extra espinales infradyacentes como por ejemplo, la artrosis de cadera (Gutman, 2016) (Mangione, 1997) (Marnay, 1988) (Legaye, 1998).
En este capítulo se hará referencia a la exageración patológica de la cifosis torácica, que podría denominarse, con mayor propiedad, hipercifosis.