En este primer capítulo del texto abordaremos el debate sobre teoricismo y pragmatismo en las Ciencias Sociales y en particular en Trabajo Social.
Entendemos que ambas tendencias definen prácticas y discusiones hacia el interior de la Universidad, los procesos de enseñanza y de aprendizaje y la profesión, que en necesario colocar en clave analítica.
Estas discusiones atraviesan el campo académico y consecuentemente los procesos de formación, convirtiéndose en disputas y tendencias en el Trabajo Social. El eje principal de estas reflexiones consiste en identificar cómo estas tendencias tienen su anclaje en la formación y la profesión.
Como profesionales, docentes y supervisores de prácticas de formación profesional, nuestra preocupación se centra en la polarización de ambas tendencias que produce una incomprensión y simplificación de lo social. Lo cual propicia dos tendencias: por un lado, prácticas “pragmáticas e inmediatistas” que singularizan lo universal. Y por otro lado, prácticas “teoricistas” que universalizan lo singular.
Algunas respuestas preliminares sobre esta discusión las ubicamos en el análisis de los fundamentos de las prácticas sociales, es decir, desde qué perspectiva de conocimiento y análisis pensamos la realidad; y en un debate pluralista, en discusión con las posturas dogmáticas que entifican categorías y análisis como válidos en todo tiempo y lugar y para cualquier circunstancia.
Intentaremos esbozar algunas ideas acerca de los motivos por los que las corrientes empiristas y pragmáticas, que proponen una resolución instrumental a los “problemas sociales” fragmentando el análisis de los mismos, han ganado terreno en los distintos ámbitos del Trabajo Social.
Finalmente plantearemos algunas propuestas de análisis incipientes para pensar la formación en el marco de un pensamiento complejo y estratégico.